El Padre Ugalde da un paso adelante para enfrentar en superar el dilema sobre igualdad y desigualdad que refresca una propuesta que el Papa Rojo Francesco -Bergoglio- ha expuesto como idea natural para todo ser humano que el credo político del Papa y el cual pareciera un deber de obediencia, según palabras del Vaticano en su cruzada inquisidora contra el capitalismo, el ultimo fantasma que aparece a favor de la supina propuesta de un socialismo como ‘paraíso terrenal’.
Aunque el articulo de Ugalde no enfrenta directamente al Papa pero pensamos que en su escrito Ugalde estaba pensando en el ruido que el Papa hace con el cuento de la igualdad/desigualdad cuyo problema el capitalismo es culpable, segun expresion directa del Papa Francesco.
El Papa invirtió la carga de la prueba y para no hacer propaganda directa a favor del socialismo el discurso en sus homilias es contra el capitalismo y sibilinamente en favor del socialismo. En ese orden el Papa ha lanzado enclocadas, exhortos, sermones, discursos y catecismos anticapitalistas repartidos en las escualas Católicas y estos tiempos de la pandemia de la más reciente ‘peste china’ la actividad propagandística del Vaticano en cientos de medios regados por el mundo, el llamado a acabar la desigualdad del capitalismo, el Papa tiene entrada desde abajo. Y es el tema de la desigualdad -frente a la igualdad de ingresos- una tabla divina traída por el Don, el Espíritu Santo.
Ugalde, sin embargo y por raoznes obvias toma el tema por las esquinas, quizás evitando enfrentarse al Papa, y ganarse una excomunión política; es conocido que el Papa es intolerable con relación a su visión de la Iglesia católica de los problemas sociales y económicos, la culpa al capitalismo el causante de tanta miseria y pide un discurso similar al de él. A ese mecanismo administrativo -político- Bergoglio lo llama unidad de la inglesa, reflejando en un primer instante que, en la Iglesia como un todo, hay serias objeciones a credo ideológico del Papa y su lucha ideológica -más allá del evangelio- contra las libertades económicas, entre ellas la más criticada en sus homilías, la propiedad y los derechos de propiedad.
La cruzada del Papa Rojo Bergoglio contra la «desigualdad» toma una condición natural del ser humano, el ser desigual, como lo expresa Ugalde, y con ese dilema transmitido en el evangelio busca arrancar odio de la gente que lo oye para enfrentar esa «natural” desigualdad del capitalismo. Dejare por ahora de introducir a Aynd Rand en esta polémica, porque ella era atea, sin embargo, su discurso en favor del capitalismo lo hace montada en la desigualdad como incentivo para el progreso individual y familiar y con ella el egoísmo, como otro importante incentivo.
Ayn Rand rechaza el altruismo, y lo representa como un auto sacrificio es en realidad una idea moral. In su Virtue of Selfishness – La Virtud de Egoísmo- un ensayo sobre ética y filosofía, Rand define el significado exacto de egoísmo, como una virtud que tendría que ver con el interés propio del individuo, aunque el significado va amas allá del ateísmo de Rand dado que cuidar de los propios intereses de cada uno no necesariamente tenga nada en contra de una posición religosa o no religiosas, bajo el mismo canon moral. Volviendo al Padre Ugalde es suficiente para quien lo sigue y el mundo católico en general, asumir la desigualdad no como consecuencia del reparto natural de los bienes en esta tierra de Dios y que Ugalde en discurso más suave, pero preciso, enfrenta al discurso de igualdad -artificial- que imponen algunos credos dentro de la propia Iglesia Catica, un movimiento político encabezada por el Papa Rojo.
De manera que conociendo el objetivo del Papa es refrescar y vender la propuesta del socialismo, un sistema socioeconómico según la cual todos somos iguales, es la base de la demagogia de Bergoglio. Sin embargo, es necesario hacer una presentación salomónica -styled facts– dado que el camino de lo económico para desdibujar la igualdad solicitada por el Papa Rojo es igualando por abajo, un mecanismo político forzando la igualdad de ingresos y salarios.
Revisando críticamente la evidencia empírica, esta nos dice, la data y la teoría económica lo confirman que la igualdad de ingresos y salarios es un reflejo material del empobrecimiento, es decir, mientras más igualas unos a otros por via de igualar ingreso y salarios entre la gente, significa un crecimiento de la pobreza, decir, aumentan los pobres pero son más iguales, o al revés, aumentas los iguales y reduce la desigualdad, pero todo esto incluyendo sus efectos perversos, el nivel de vida de toda la población caería por decreto político sin una reflexión económica tomando en cuenta la data y la teoría que como mencionamos arriba lo han demostrado masivamente.
En esencia esa igualdad de ingreso y salarios es la misma del Manifiesto Comunista en 1848 por las calles europeas y se le pide al mundo tanto trabajo y esfuerzo como fuese necesario pero la repartición de la riqueza se haría exclusivamente por lo necesario que cada individua tenga, es decir, todos iguales. Veamos solo a Venezuela para comenzar y terminar. Hoy en Venezuela, el 78% de la población está en menos de salario mínimo mes promedio.
Es decir, si distribuimos la pobreza en una campana de Gauss, distribución normal con una media igual hacia la derecha y a la izquierda, veremos que el 95% de los casos está más cerca (escasamente dispersos, – para utilizar lenguaje estadístico- de la media(na) que lejos; ergo, con muchísimos grados de libertad, encontramos el socialismo igualó a los venezolanos con la única arma con la cual se puede lograr, igualar por acabo, y colocar los salarios aglomerados en la media(na), la única manera físicamente posible que iguala los ingresos.
Así tenemos otro indicador que parte de una distribución de ingresos personales. El coeficiente Gini -por ejemplo, uno de tantos indicadores- es un indicador más utilizado que muestra la relación entre igualdad y desigualdad en ingreso y con esos números de distribución de los salarios – ingresos del socialismo actual, nos dice claramente y con gritos que Venezuela es uno de los países con mayores índices de igualdad en el mundo, junto a Cuba, y Nicaragua y medio Continente africano
Ugalde, aunque no lo reviso cuidadosamente, de manera que del discurso «político “ de igual vs desigual o igualdad vs. desigualdad, no tiene el menor sentido económico, ni histórico, sino reminiscencias socialistas del pasado que está regando el Papa rojo por el mundo católico y no católico, quien pareciera y mi comentario va directo allí, montado en una gran inquisición contra el capitalismo. El dilema entonces de quienes se plantean la igualdad o desigualdad como el planteamiento oficial del Vaticano, son esencialmente falsos dilemas como este que indirectamente discute.
Ugalde tratando de desmitificar el dilema de, igual desigual -en ingresos y salarios- por qué la división es solo posible en el socialismo donde la no presencia del mercado sino el reparto en relación a condicionamientos a prior pero no generados ni por racionalidad, eficiencia y competitividad, nos coloca en el típico falso dilema, falso porque como tal, no tiene solución optima y tampoco es una alternativa solución negociada cooperativamente en el mejor de los casos ni siquiera un ‘Nash solution’ en una especie de compromiso entre ambos mundos, el desigual y el igual, para encontrar un óptimo igualdad y otro optimo en la desigualdad.